Actualmente, alrededor del mundo, existen muchas fundaciones que realizan estudios, diagnostican, identifican problemas, plasman proyectos y las ejecutan con el propósito de disminuir problemáticas que afectan en la producción de diferentes alimentos y entorpecen muchas otras actividades agropecuarias.
Es así que para la planificación y ejecución de proyectos, estas fundaciones recurren a lo último en tecnología y aplican técnicas científicas bajo diferentes enfoques. La idea principal de estas fundaciones, desde luego, es solucionar problemáticas, pero en lo que ellos ahora están más enfocados es en capacitar y entrenar a los mismos pobladores a quienes les afectan estos problemas, para que ellos sean capaces de solucionar sus problemas sin ninguna otra intervención.
¿Cómo trabajan las fundaciones en la agronomía?
Cuando ya se tiene identificado un problema, los técnicos que trabajan para las fundaciones consolidan un acercamiento amistoso con los pobladores, que suelen ser en gran parte comunarios o integrantes de pueblos indígenas o campesinos, para que ellos sientan un compromiso en la solución de problemas y se despierte en ellos un interés y un sentido de urgencia.
Por ejemplo, en América Latina, lo que más afecta a las actividades agropecuarias son las plagas que consumen y contaminan varias plantaciones de diferentes alimentos entre verduras, hortalizas, frutas y muchas más. Es por esta razón que las fundaciones muestran mayor atención y en ellos y empiezan a capacitar a los comunarios para que ellos sean, después, quienes transmitan los nuevos conocimientos a las futuras o más jóvenes generaciones.
Cuando hablamos de ciencia y tecnología, hacemos referencia, por ejemplo, a las nuevas tecnologías de comunicación como los teléfonos celulares y las laptops, en los que ellos pueden guardar el registro de sus avances y logros y, al mismo tiempo, comunicarse con su comunidad en casos de suma urgencia.
La aplicación de estas tecnologías facilitan el trabajo y, en consecuencia, la eliminación de las plagas en las plantaciones y sembradíos poco a poco se va conquistando con la participación y ayuda mutua de todos.
La preocupación de estas fundaciones que, por lo general son organizaciones sin fines de lucro, simplemente buscan reducir los males que aquejan a diferentes grupos y naciones en todo el mundo y, de esa forma, cumplir con los máximos retos de la actual generación: reducir niveles de contaminación, reducir el hambre y la pobreza, entre otros que van estrechamente relacionados.